Los jóvenes que se prepararon para el sacramento de la confirmación, vivieron esta significativa CELEBRACION el pasado 25 de noviembre en la Parroquia Inmaculado Corazón de María en el Barrio El Torasso, contiguo a las instalaciones de nuestro Colegio.
Damos Gracias a Dios por sus Bendiciones, a Monseñor Omar de Jesús, arzobispo de la Arquidiócesis de Florencia por presidir esta ceremonia, al área de Pastoral por coordinar la organización y desarrollo de los procesos de Formación en la Dimensión Espiritual de los jóvenes del Colegio Domingo Savio.
Dones que trae el Espíritu Santo a los jóvenes que celebran su Confirmación
Sabiduría: Es la perfección del saber en la acción y en la práctica de los Diez Mandamientos. Perfecciona la virtud teologal de la Caridad.
Entendimiento: Es el don que nos ilumina, proyectando sobre las verdades reveladas una luz viva y penetrante sin que esto quiera decir que nos da una comprensión clara y total. Perfecciona la virtud teologal de la Fe.
Ciencia: Es el don que nos ayuda a ver las cosas naturales con visión sobrenatural. Gracias a éste, descubrimos Su huella en la creación y valoramos debidamente los dones temporales, sin poner excesiva confianza en ellos. Este don perfecciona la virtud teologal de la Esperanza.
Consejo: Es el don que nos ayuda a decidir con acierto, a aconsejar a los otros fácilmente y en el momento necesario, conforme a la voluntad de Dios. Nos impulsa a consultar a Dios en la oración y a escuchar la voz de la Iglesia. Perfecciona la virtud cardinal de la Prudencia.
Fortaleza: Nos ayuda a conseguir, a pesar de cualquier obstáculo, el bien moral. También nos impulsa a vencer cualquier obstáculo y perseverar con paciencia en la Voluntad de Dios. Perfecciona la virtud cardinal de la Fortaleza.
Piedad:Este don hace al alma sensible a todo lo que se refiere al amor de Dios. Nos da alegría en el cumplimiento de los deberes religiosos. Perfecciona la virtud cardinal de la Justicia.
Temor de Dios: El temor filial no se mezcla con el temor al castigo. Más bien nos impulsa e evitar todo lo que puede ofender a Dios y a practicar todo lo que le es grato. Perfecciona la virtud cardinal de la Templanza.