Un cristiano comienza el semestre con buenos propósitos que se conviertan no en palabras; sino como dice la lectura del evangelio, en buenas actitudes u obras que hagan este mundo más feliz.
Estrenamos la segunda mitad del año y pensamos en algunos propósitos que nos ayuden a mejorar nuestra vida:
Un semestre por delante para llevar a cabo montones de buenas acciones, para ser responsables de nuestro trabajo como estudiantes y aprobar los nuevos retos.
Un trimestre para dar la vuelta a algunos aspectos de nuestra vida: ese amigo con el que estás enfadado, la asignatura que te está costando,…
Un mes para colaborar más en casa.
Una semana para marcarte un objetivo y llevarle a cabo: ser más amable,…
Un fin de semana para realizar una actividad que te deje el corazón más feliz: visitar a un familiar enfermo,…
Un día para usar tres claves secretas: ¡Gracias! ¡Perdón! ¿Te ayudo?
Una hora para escoger a una persona y usar con ella un detalle a modo de regalo: un paseo, un favor,…
Un minuto para elevar a Dios una oración de agradecimiento: por la amistad, por el amor de nuestros familiares,…
Un segundo para convencerte de que todo lo anterior es posible y poder decir: ¡Manos a la obra!
También puedo ponerte otras: vemos el vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=vdTRPk7zMw4