MAYO CON MARIA

María, la mujer de la que nació Jesús, es quien mejor nos puede guiar para vivir el mes de Mayo como un tiempo de gracia… Recorrer con ella cada semana el camino, cada momento, es garantía cierta de que llegaremos al final de mes con el gozo de haberlo vivido súper bien…

  • Préstanos, María, tus oídos, para escuchar y guardar la Palabra en el corazón durante este mes.
  • María, préstanos tu corazón, para vivir este mes como un tiempo de silencio, que nos permita asomarnos al tesoro de nuestro interior y descubrir el Amor que Dios nos tiene. 
  • María, préstanos tus ojos, para vivir el mes como un tiempo de oración, como una llamada a mirar y dialogar con el Señor.
  • María, préstanos tus manos de Madre, para abrazar la cruz en el mes de Mayo y encontrar en ella un lugar de comunión y de amor. 
  • Préstanos, María, el esplendor de tu rostro para vivir el mes sin dejarnos arrastrar por las dificultades que aparecen en nuestro camino. 
  • María, préstanos tu ternura, para ponernos en camino y practicar las obras de misericordia con los que nos necesitan,

Ella nos acompaña en el camino y nos ayuda a seguir con ilusión, pendiente de todo lo que nos rodea y haciendo que seamos las manos, el corazón, el rostro, la ternura…. de todos aquellos que han perdido las fuerzas para continuar.

Oración Mariana

 Virgen María, Madre nuestra Auxiliadora te confío mi entrega al servicio de Dios,  mi trabajo y esfuerzo por mantenerme atento a las necesidades de los demás.

Ayúdanos, Madre, a experimentar hoy la alegría De sabernos hijos queridos de Dios. 

 Durante este mes los invitamos a proclamar la

Novena de la Confianza:

 Madre amable de mi vida

Auxilio de los Cristianos,

la gracia que necesito

pongo en tus benditas manos.

Dios te salve María…

Tu que sabes mis pesares

pues todos te los confío

da la paz a los turbados

y alivio al corazón mío

Dios te salve María…

Y aunque tu amor no merezco

no recurriré a Ti en vano

pues eres Madre de Dios

y Auxilio de los Cristianos.

Dios te salve María…

Acuérdate, ¡Oh Madre Santa!

que jamás se oyó decir

que alguno te haya implorado

sin tu auxilio recibir.

Por eso con fe y confianza

lleno de amor y esperanza

este favor yo te pido: (se hace la petición)

María Auxiliadora de los cristianos…